Beniamino se encontró con Julia en el patio de la casa el sábado siguiente, ella le miraba sin reconocerle pero curiosa; benia estaba abriendo el buzón que lleva su nombre; Julia de Rinquenssen.
Así que él la saludó y ella interpretó quél era "benia", el chico a quien había alquilado la casa antes de irse a Brasil y perder la memoria. Julia le dijo que quería ver la casa, que sentía, después de estar en el patio que se estaba curando y podía recordar.
Así que subieron las escaleras y benia fue a meter la llave para abrir, al parecer -me centa él- quiso abrir ella. Yo estaba dentro y vi la cara que puso, con una inspiración y agarrándose el pecho... vino haci ami y me dió las gracias por la flor...
-Meci pour la jolie fleur...
Así que... bueno... impresionante... como empezó a acordarse de muchas cosas muy rápido pues nos contó bastantes historias de su vida personal... detalles muy pequeños cosas tontas que recordaba al ver los objetos...
-Mi sillita de madera... pregunté mucho por ella en el hospital... mis mariposas...
tocaba las cosas con admiración... muy bonito
Luego también, jajaja... salió Benia del armario con una enorme girafa moteada y casi le da un algo a Julia, porque se impresionó mucho con el juguete...
- Mi jirafa... me ha preguntado mi primo hace poco y yo no me acordaba, tengo que decirle que está aquí...
Así que eso, parece que Julia ya se está curando... me pareció oirle decir cosas en portugués mintras pensaba en voz alta... a veces hablaba sola y ni se daba cuenta... parecía un poco loca, no puedo ni imaginar el torbellino de imagenes y emociones que se le debió crear en aquel momento.
Cuando se fue, Benia y yo nos quedamos muy locos y nos tomamos una cerveza, y hablamos mucho rato de Julia de Rinquenssen, de cómo debe de ser perder la memoria y de cómo debe de ser recuperarla.
Escrito por Artemisa a las 19 de Junio 2005 a las 09:15 PM