El día que tuvimos el accidente ni siquiera se me ocurrió pensarlo.
Pero luego me vino a la cabeza, qué razón hubiera podido tener aquello
para mí... qué podría yo haber hecho para merecer semejante collejaza...
Bueno, pues venía de escribir un poema sobre el tiempo -de tiempo, se llama.
Lo escribí en unos diez minutos, sin darle mucha importancia, y mitad pensando
en otro poema, al que tampoco dí, dicho sea de paso, mucha importancia.
Después de escribirlo dije:
- lo malo de escribir tanta poesía es que a veces puede ser como esto,
un juego de palabras que en realidad no dicen nada...
Si tuviera que buscar un motivo en mi mano para la colleja, sería éste.
Tan pronto como lo dije me pareció que no había hecho bien, pero no lo pensé más.
"there's a blaze of light in every word
it doesn't matter which you heard
the holy or the broken hallelujah"
Valga esto el dolor de espalda que no se me quita desde entonces
-a ver si ahora ya puede dejar de doler...