17 de Marzo 2009

Helenística

Desperté custodiada por dos columnas helenísticas
en una oikía monumental que me recordaba tiempos que no viví.
Junto a mi pie izquierdo,
un clavel desmoronado,
el centro enjuto lastimeaba sus estambres resquebradizos
- qué hago aquí

basílica primitiva cristiana
bajo un arco romano
y con dolor de cabeza¿

Junto a mi mano,
un arco.

No es un arco de matar, me digo.

¿De qué, entonces?

Bajo el arco romano, rizomeando,
estoy en la puerta de qué templo
tirada en el umbral y preguntando
¿qué soy?

Junto a mi pie derecho
una palabra deslavada y
reescrita tantos siglos más tarde:

eternidad.

Escrito por Artemisa a las 11:54 PM