(porque nunca es tarde para pensar en el pasado)
el hecho de que esto sea público -poco me importa que luego se lea-
me ayuda en algunos sentidos y en otros me lo pone mas difícil
me ayuda porque no me permite decir sin pensar
además de exigirme que lo ponga por escrito;
me lo pone difícil porque me obliga a considerar que será juzgado,
o al menos tenido en cuenta DESPUÉS, que queda registrado...
es decir, me invita a mentir, a transformar la realidad, a omitir...
me obliga a poner a prueba mi sinceridad y mi capacidad de autoengaño
Supongo que por eso lo abrí. Para probarme.
Tanto en el verme puesta fuera retratándome como en el reto.
No desmerezco otros motivos para escribir un blog. Éste es el mío.
El blog, esto no lo había previsto, me permite re-ver lo que ocurrió hace tiempo,
desde 2004, para ser exactos, pero Ver no siempre es placentero,
especialmente, si hay alguna historia del pasado
en la que uno ha perdido un poco los papeles.
El 29 de febrero empecé a pensar, por ejemplo, es lo que tienen las fechas,
en lo que ocurria el pasado 29 de febrero.
Los años bisiestos tienen algo de especial, así lo decidí hace cuatro años,
también es una cuestión de memoria poética. A éste ya le va quedando poco.
Lo que pasa es que lo que se empieza en un momento puede no ser visible
hasta otro momento porque todo se gesta silenciosamente hasta nacer.
Bueno, la cuestión es que el 29 de febrero empecé a pensar en los aniversarios
y en mi fijación por los años bisiestos. El 29 de febrero es una fecha fatídica,
es decir, marca mi destino.
Lo marca porque aquel día acabó la única relación de pareja consistente que he tenido.
Aquel 29, desapareció la vida que había imaginado y comenzó otra cosa.
Soy muuuuuuy lenta.
Me tomó muchíiiisimo tiempo cerrar aquello, y eso sin darme cuenta de que seguía abierto.
Traducción: vivía soñando, emocionalmente, que no atravesaba ninguna fase particular al respecto
mientras me encontraba de lleno en un proceso de duelo.
Qué ha detonado la re-visión de aquella historia... no estoy segura
algunas palabras, el descubrimiento del facebook y con él, de nuevo,
la exposición de uno mismo a los demás, la publicidad... y más cosas
Este blog me obliga a tener conmigo misma una sinceridad especial
Por ejemplo, cuando decidí omitir el último email que intercambié
con el desconocido que me volteó la existencia hace cuatro años.
Puedo intentar justificarme -como estoy haciendo, en realidad-
diciendo lo muy transtornada que me encontraba entonces, y,
sin embargo, no tiene más excusa
que la simple y llana falta de madurez
para comprender y sentir lo que estaba pasando.
No quería ponerlo aquí. Forma parte de la historia. La honestidad obliga.
27.6.2004
Asunto: Sé sincero
he intentado ser educada y no asustarte,
he intentado ser amable y hacerlo fácil.
esas pistas no me sirven de nada
a ver,
eres de madrid, te gusta el arroz y crees que me caes bien
cómo?
te he pedido que lo hagas fácil
y que me lo expliques.
Ya llevamos con esto mucho tiempo
y aún no estoy enfadada. Aún.
saludos,
D.
... en fin. No es que me arrepienta. Cada cosa en su lugar y a su tiempo.
Sólo... bueno, ojalá pudiera decirme a mí misma que
la paciencia y la sensibilidad no son sólo capacidades sino también instrumentos.