La palabra de la serpiente se enredaba en las hojas,
y subía a oídos de Dios...
... deja los símbolos libres,
habla con palabras, le decía la serpiente.
Entonces Dios se sintió poco importante
y nevó.
Nevó hasta la copa de los árboles.
Leí en la nieve acerca del poder que los nombres tienen
sobre las cosas que nombran. La nieve se derritió
y me quedé mirando el agua, imágenes de éste lado,
los árboles y yo, temblorosos en el charco...