Cuatro días llegando a las seis de la mañana, andando con la lucense por paris, le tomo aun más cariño a esta ciudad.
Rondando con los latinos, bailando salsa y requetón y merengue. Resulta que la bohemia intelectual se me ha quedado un poco seria ultimamente y ando entre la cerveza y las risas y los bailes. Todavía a la defensiva. Pero easy.
La semana que viene con el festival de danza y luego de viaje. Londres Roma Madrid. Con ganas. Ya empezando a echar de menos a la lucense que está preparando judías con zanahoria y patatas mientras escuchamos a Calamaro. total, COMO EN CASA.