30 de Mayo 2004

Estudiando III

no es un conocimiento
lo que hace que el producto sude
y se canse físicamente

Leonardo da Vinci

decadentismo en el renacimiento y viceversa
(cansada)

dibujando

Escrito por Artemisa a las 30 de Mayo 2004 a las 03:47 AM
Comentarios

Dios... es la primera vez que entro en este blog y estoy flipando O_o... Estoy to enganchado, es más intrigante y romántico que cualquier telenovela! Aguardo impaciente el desenlace

PD: Artemisa, me gusta tu blog y tu nombre, entraré más a menudo

Escrito por Jarry a las 15 de Junio 2004 a las 08:14 PM

Ya ves... nada menos...

Escrito por the thief a las 1 de Junio 2004 a las 09:05 PM

O-O

Escrito por Eowyn a las 1 de Junio 2004 a las 07:26 PM

Algo que te escribí la semana pasada:
EXPLICÁNDOME, REMEMORANDO, PASO A PASO:
Me raya todo esto, llevo toda la semana dándole vueltas. Por tu actitud creo que tú también, pero no pienses que yo no.
Decidí dejar de escribirte, de marear la perdiz.
Comencemos por el principio; cuando dije: “Libertad, la que tu me has quitado”
Quería decir que ya no tengo autonomía desde que apareciste y te colaste en mi cabeza.
Al principio me resistía a creerlo. Bonito o no, como tú creas.
Para mí más bien desesperante.
Si no me hubieras respondido (un post entero para mi comentario desesperado: al final escuchabas mis gritos), creo que no habría llegado a más.
Siguió siendo provocación, me gustaba creerte mía. Era casi indignación, venganza, insulto. Te dije que yo también lo llevo todo al límite. Quizás se me ha ido de las manos, pero es que creo que no me aceptarías. También quería parecer... como con más madurez, con más experiencia... No sabía dónde me metía; lo que empezó como un juego... mierda, he acabado en tus redes totalmente, y encima tú rayada. Y encima te dije que un día te diría todo y te besaría en los labios. Soy cobarde.
¿Cómo se puede rayar alguien tanto, sólo con lo que escribes en tu blog?
Está claro que la situación se me ha ido de las manos. A lo mejor ahora sí me he acobardado.
Quería provocación y tu querías... una aventura, supongo, algo muy fuerte y efímero.
Te ha dado miedo, te has sentido perseguida. Al principio me habría hecho gracia, pero ahora me parece todo un fracaso.

... “Yo no aflojo si tú no tiras”... ¿y si se nos ha roto la cuerda?
Dijiste:
“Quiero que me provoquen, a ver hasta donde llego.
Lo demás vendrá luego”

Cuándo es luego, ¿ya?, ¿quieres que nos veamos?

Pienso que no lo entenderías. Nada. Y me dan escalofríos cada vez que te follas a alguien.
Pienso que eso era lo que pretendías y que eres una vanidosa. Y luego, que conmigo te lo ibas a pasar mucho mejor. Y después, que a todo esto se han unido todas mis circunstancias, que antes estaban al margen.
¿Te gusta el arroz?
Somos jóvenes ¿no? Pues a la mierda con la compostura. Nadie se va a enfadar y nos saludaremos con una sonrisa.
No sé qué te estoy pidiendo. No sé si sólo quiero follar. Si te consuela, no eres tú sola la que está confundida.
Vente conmigo. Los demás son un poquito simples ¿no crees?
Y luego me escribes en francés... eso ya es para nota. Por lo menos no te ha dado por el croata :)
El día 20 dijiste que no te sentías pequeña: Yo sí.
Que todo iba a ir muy rápido: para mí va muy lento desde hace meses. Me gusta la velocidad.
Uf, ahora recuerdo, al leerlo: me ofendí, me ofendí muchísimo... qué movida.
Y al momento, fuiste tú la que se ofendió.
Tienes demasiadas preguntas... ¡Házmelas! A lo mejor tú me puedes sacar de todo este lío en que me he metido y te he metido.
Pensé que no te querías implicar y no sabía hasta dónde era capaz de implicarme yo. ¿Me he enamorado?
Y luego: “No quiero que te despidas.
Ahora tendría que buscarte si lo haces.”

¿Por qué me lo he montado tan mal?
Me dio miedo soñar contigo; quizás te confundí con otra persona (como tú a mí el día que borraste el post) y me estoy montando esto en mi cabeza.
Cuando pienso en confesarte todo, enseguida me digo: va a pensar que es una locura.
Sabe que, si me he enamorado, ha sido por lo que escribes... y por que del amor al odio hay un paso.
Es mezcla de riesgo, intriga, halago... me gusta que escribas refiriéndote a mí. A lo mejor es sólo falta de cariño. ¿Quién me podría dar todo ese cariño que necesito?
Estarás pensando que lo que necesito es un psicoanalista.
Quizás sería mejor escribirte esto por carta, que me estoy alargando demasiado. Tienes mucho texto para analizar, para buscar pistas.
¿Será egoísmo? ¿Será que yo también te quiero sentir mía? Qué movida, dios.

Esta semana sólo te leí y te escribí algo, pero no te lo envié:
“Soy el anónimo después de unos días sin leerte, intentándome olvidar.
Tómatelo como si no existiera.
Mucho has escrito sobre mí.
Tengo que confesar que he disfrutado leyendo tus historias de fin de semana.
¿¿Así q ya sabes quién soy??”

Lo de “el anónimo” no me pareció que tuviera mucho encanto. Quizás me tendría que haber puesto un sobrenombre yo, como en las novelas.

Está bien saber cosas de ti: de tus borracheras, de tus drogas, tus amigas... y comprobar que has hablado de mí, que te has rayado.

Cómo me gustaría contártelo, y que te rieras, y me dieras un beso. Y... y... seguro que tienes una sonrisa preciosa de cerca.

“El sábado, acabo bailando desquiciada, escribiendo en papel de báter al que creo que es el anónimo y durmiéndola con la lucense y la pelirroja en mi cama.”

Te odié, te odié; quedé con un colega y se lo conté todo, casi llorando. No le dio importancia, pensaba que no iba a ir a más.
Triste, triste, triste, tris.

Entonces llegó el post en el que vi que te estabas liando demasiado:
Sí, me da miedo que me hagan daño. Mucho.

“Quien te entienda, que te compre”
Yo te entiendo, te compro si te vendes; cómprame tú a mí. Vago desde hace tiempo “sumido en las telarañas mórficas” me dijeron una vez.
Me pides que no me esfume. Vale. Aquí me tienes. Para lo que quieras. Pero tú eres la mujer libre, yo no.

Me encantaron tus niños. Eso es lo que me pasa, que nunca tendría que haberte leído. Ya me vale.

Esta semana decidí no volver a escribirte más, cortar por lo sano; ya te lo he dicho, dejar de marear la perdiz. Pero ahora siento confusión. No sé hasta donde he llegado. Me he creado una... ¿adicción?. De ahí lo de “me sigue encantando leerte” y lo del beso... era sólo un beso, quería que lo cogieras e hicieras con él lo que quisieras.

¿Estás enfadada? Explícate, me da la impresión de que no te mola nada esto, que me crees más gilipollas que inseguro:

“No tiro, ya ha cuajado la nieve, a veces parece que tú eres el que tira,
dijiste que no aflojas,
me pregunto por qué te has puesto el anónimo, si me vas a dejar en pleno vuelo, subo escaleras de tres en tres... me pregunto si no eres tú, si estás asustado...
- ¿Quieres respuestas a tus preguntas?
- no tiro, no aflojo”
Es verdad. Soy yo quien tira. No he podido evitarlo, ya te lo he dicho, esto se ha ido de las manos. No te voy a dejar en pleno vuelo, es que no sé qué hacer.
“Siembro a los cuatro vientos
y es cierto que cosecho tempestades.
Tardo mucho en comprender.
Ahora no sé qué más hacer.
¿Tiro si te pido que me digas quién eres?
Si lo sé ya deberías saberlo.
mujer caracol
No tiro, es sólo y nada más que esto
Me tomo las cosas muy en serio
- Pues nada
- Lo hago”
“Me falta sentido común a lo mejor.”

A mí sí que me falta sentido común.

“Avanzo entre los huecos de las palabras con el filo de la navaja.
Puedo correr por el borde sin sangre ni dueño, con las últimas palabras todavía, a lo mejor sigo creyendo en siempre, dispuesta a morir en el intento
o no
o sí
a veces hay que ser muy rápido para permanecer en el mismo sitio,
a veces hay que ir muy despacio...
a veces de otra manera. Veleta.”
Avanza, avanza. De ese modo tal vez podamos llegar a algún sitio. Ahora sólo eres tú la que me puede sacar de aquí o hundirme más profundo.
Aunque tengo la impresión de que me harás mucho daño.

Escrito por Anonymous a las 1 de Junio 2004 a las 12:24 PM
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?